Según el Banco Nacional de Polonia, las reservas de oro del país aumentaron a 7.828 millones de onzas troy (243,5 toneladas métricas) el mes pasado. En abril, el banco central adquirió 14,8 toneladas de oro, marcando el mayor incremento desde junio de 2019, cuando las reservas de Polonia aumentaron en 94,9 toneladas.

En abril, el valor del oro, incluyendo los depósitos y los intercambios de oro, aumentó de 14.55 mil millones de dólares a 15.52 mil millones de dólares.

Ya en 2021, el gobernador del banco, Adam Glapinski, declaró que Polonia planeaba agregar 100 toneladas a sus reservas de oro para protegerse contra las circunstancias más desfavorables. Explicó que si alguien llegara a deshabilitar el sistema financiero global, el oro siempre conservaría su valor.

"Por supuesto, no asumimos que esto vaya a suceder. Pero como dice el refrán: más vale prevenir que lamentar", dijo Glapinski. Añadió que el banco central debe estar preparado para las circunstancias más desfavorables, por eso el oro ocupa un lugar especial en sus operaciones de divisas.

Este año, la compra de oro por parte de los bancos centrales ha sido una de las fuerzas impulsoras del aumento de los precios del oro.

Según el Consejo Mundial del Oro, además del banco central de Polonia, otros bancos centrales también compraron oro en abril: el Banco Popular de China adquirió 8,1 toneladas, el Banco Nacional Checo adquirió 1,8 toneladas y el Banco Central de Mongolia compró 1 tonelada.

Por otro lado, en abril, el Banco Central de Turquía vendió 80,8 toneladas de oro para satisfacer la creciente demanda interna. Según el WGC, después de comprar más oro que cualquier otro banco central el año pasado, Turquía ha estado vendiendo oro en marzo y abril. Esto se hizo en un intento de limitar la necesidad de importaciones de oro, lo que ejercía presión sobre el déficit de cuenta corriente del país.

Turquía experimentó una demanda abrumadora por el metal amarillo, ya que los ciudadanos lo utilizaron como protección contra la devaluación de la moneda local y la inflación, que en un momento del año pasado superó el 85%.

Los datos mencionados podrían actuar como un impulso para los precios del oro este año.