Los demócratas en la Cámara de Representantes dieron a conocer una ley que prohíbe las importaciones de petróleo ruso a los EE. UU. en medio de una creciente presión política para castigar a Rusia por su operación militar en Ucrania. Sin embargo, Estados Unidos no exigió tales medidas a sus colegas europeos, aparentemente entendiendo la total dependencia de los países europeos del gas y el petróleo rusos. El proyecto de ley se aprobó inmediatamente después de que el presidente Joe Biden anunciara su deseo de prohibir el petróleo crudo ruso y otras materias primas.

El nuevo proyecto de ley de la Cámara de Representantes prohíbe la importación de crudo ruso, gas natural licuado, carbón y productos refinados como gasolina y queroseno. El proyecto de ley entrará en vigor 45 días después de su adopción. Según los políticos estadounidenses, esta fue una respuesta a la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania tras el inicio de una operación militar en su territorio. Rusia, en respuesta a la decisión de Biden, emitió una orden indicando que en respuesta restringiría el comercio de ciertos bienes y materias primas, pero no mencionó detalles clave sobre qué categorías de bienes podrían verse afectados.

Los expertos dicen que la medida también podría conducir a una revisión del acceso de Rusia a la Organización Mundial del Comercio, así como a reautorizar y fortalecer la Ley Magnitsky, que exige sanciones contra los violadores de derechos humanos.

Sin embargo, permanece la pregunta de cómo se desarrollará el futuro del proyecto de ley en el Senado. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, elogió la decisión de Biden de prohibir las importaciones de energía de Rusia, pero aún no se ha comprometido a que su Cámara apruebe una legislación separada.

En este contexto, los precios del petróleo subieron a principios de semana, pero para el miércoles se estabilizaron un poco. El jueves, el WTI cayó desde un máximo de $123 a $117. Tenga en cuenta que varias compañías petroleras ya se han negado a cooperar con Gazprom y, en general, a trabajar en el territorio de la Federación Rusa. Más recientemente, Shell se disculpó por comprar petróleo ruso y anunció que ya no compraría petróleo ni gas rusos. "Como primer paso inmediato, la compañía detendrá todas las compras al contado de petróleo crudo ruso. También cerrará sus estaciones de servicio, combustibles de aviación y operaciones de lubricantes en Rusia", dice el informe. El CEO de Shell, Ben van Beurden, también dijo que la compañía era claramente consciente de que la decisión de la semana pasada de comprar un lote de crudo ruso para su posterior procesamiento en gasolina y combustible diesel fue incorrecta, y lamenta mucho lo que hizo.

En cuanto a los precios del petróleo WTI, desde el punto de vista técnico, existe un soporte importante en torno a los $115 por barril. Su ruptura puede aumentar la presión sobre el instrumento comercial, lo que conducirá a una venta poderosa en la región de $110 por barril, pero nada más. El hecho de la crisis energética, que recién comienza a estallar, seguirá ejerciendo presión sobre los mercados e inversores, por lo que definitivamente no es necesario esperar que el petróleo baje de los $100 por barril en un futuro próximo. Un quiebre por encima de los $122 seguramente conducirá a un mayor impulso alcista y a un regreso al máximo de $129 el barril. La perspectiva de una salida de $140 es solo cuestión de tiempo.

El dólar estadounidense también reacciona a todo esto subiendo en pares con activos de riesgo. Los alcistas volvieron al soporte alrededor de 1,1108, lo que mantiene la demanda del instrumento comercial. Sin embargo, las tensiones geopolíticas en torno a Rusia y Ucrania limitarán el potencial alcista. Los compradores de euros necesitan consolidarse por encima de 1,1180, lo que permitirá continuar la corrección hasta los máximos: 1,1230 y 1,1310. Una disminución en el instrumento comercial se enfrentará con compras activas en el área de 1,1000. Sin embargo, el área de 1,0810 sigue siendo el nivel de soporte clave.